La polémica surge después del anuncio de la nueva expansión, The Taken King, por parte de Bungie durante el E3. ¿Su precio? 40 dólares, el doble que las entregas anteriores y prácticamente lo que cuesta un juego medio de consola pasados unos meses del lanzamiento (y bastante más de lo que cuesta uno de PC, pero eso es otra historia).
La cuestión es que cuando esos 40 dólares (la conversión es directa en pesos, por cierto, con el mismo precio) se añaden a los $20 que costaron los DLCs, House of Wolves y The Dark Below el precio total de jugar a la experiencia “completa” de Destiny asciende hasta los $140, dólares maso menos.
La burla no acaba ahí, porque una vez se han pagado los $40 verdes que cuesta The Taken King todavía no se puede acceder a la totalidad del contenido.
#WTF ¡¿Qué?! diría mi hijo.
La promoción está limitada, parece, sólo a Estados Unidos pero la cuestión es que una de las misiones exclusivas de The Taken King sólo podrá jugarse si se compra una lata de Red Bull,que a su vez tiene un código impreso que puede usarse para desbloquearla. Todavía no se sabe muy bien qué ocurrirá en el resto del mundo pero sí que tiene, por suerte o por desgracia, una fecha de caducidad: el 1 de enero de 2016, pasada esa fecha estará disponible para todos.
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